La piedra que nos hunde

Siento como si hubiera tenido una piedra amarrada en mi tobillo y estuviera en mar abierto, a veces nadaba tan fuerte hacia arriba que podía salir a la superficie y respirar, sentir la brisa en mi rostro y tomar aire profundamente, pero después el peso de la piedra me volvía a ganar y poco a poco me iba sumergiendo y sumergiendo hasta que el aire se me iba terminado y muchas veces creí que me iba a hundir completamente pero siempre lograba salir a la superficie, creo que asi estuve muchos años alardeando de como podia patalear tan fuerte hacia arriba que podía salir y tomar aire, pero un día como dicen te das cuenta que ya ni siquiera es la piedra, si no tu misma la que se encariña con ese estira y afloja de la vida y en vez de cortar la soga y dejar que la piedra que es tan pesada y constantemente te jala hacia abajo se hunda sola , eliges hundirte con ella.
Pues bien la piedra y yo ya no somos mas uno mismo (uouoooo) y no creo extrañarla más, porque no quiero seguir hundiendome y patalear constantemente para poder respirar y tomar un poco de aire fresco. Quiero siempre estar en la superficie , no quiero tener esa piedra más en mi vida, porque las piedras amarradas a los tobillos no son mas que cosas , personas o situaciones que no queremos soltar, que nos hunden y no nos dejan respirar. Las piedras van en lo profundo y nostras, nosotros vamos en lo alto. Desamarra de tu vida, corta de tu vida todo lo pesado, se ligero y respira profundo, no te aferres a la piedra, siempre estamos mejor sin ellas.

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