Equivocarse, no está mal

He conocido a alguién y la verdad es una persona maravillosa, intenté apostar todo por él, di lo mejor de mi e incluso a su lado sentía que era aún una mejor mujer, una mejor amiga, una mejor profesionista, el tiene el poder de hacerme creer que todo lo puedo lograr y su apoyo se ha significado mucho para mi, no porque base mis expectativas en él, simplemente era bueno saber que contaba con el apoyo de alguién.
Creía que había algo especial, en si, me dejaba fluir y solo disfrutaba el momento, pero aún cuándo dejas fluir todo, existirá un momento de calma y estabilidad, como fuerte olas que golpean la playa, es bueno disfrutar de la manera, cerrar los ojos y simplemente ir libremente mar adentro o hacia la orilla, pero siempre , siempre, existirá un punto de tranquilidad y armonía.
Creo que he llegado a ese punto,  ese punto de decidir hacia que lado me estableceré, mar adentro para seguir con la incógnita de ver que sucederá, o establecerme en la orilla y comenzar un nuevo camino.
Me siento algo triste, pues a veces creemos o aspiramos a algo más en la vida de alguién y no le pongo títulos ni mucho menos, pués la seguridad de saber lo que existe me hace no querer un titulo por ahora, pero cuándo las señales son que debes ir a la orilla, encontes no le veo caso a seguir remando hacia la profundidad, fue bueno mientras duro, mientras idee, mientras pensé y me dejé ilusionar, ahora solo queda comenzar un nuevo camino y agradecer por la oportunidad de volver a sentir.

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